viernes, 27 de enero de 2012

Entrada 1, 2012 (empezamos mal)

Uno de mis propósitos del año pasado fue practicar más ese vicio extraño de exponerse en la web antes los ojos de quienes se dignan a leer: actualizar el blog, es decir, exhibirse una tal cual es.

Obviamente no cumplí con el propósito en absoluto, pero decidí reciclar, o mejor dicho pepenar, tanto deseos como propósitos no cumplidos durante el año anterior. La idea es tener al menos una entrada semanal, pero como toda buena procrastinadora, me he saltado ya tres viernes del primer mes, y de esta lastimosa manera trato de reivindicarme.

Este será, como siempre ha sido su propósito, un espacio para desahogar cuanta basura traiga uno dentro y también, por qué no, para compartir todas las experiencias que dejan en claro cuán divertida es la vida y cuán hermoso es el mundo. Y como no creo en toda esa basura mediática del fin del mundo a la cual soy inmune gracias a tantas falsas alarmas que me han tocado vivir, ojalá este espacio espacio virtual perdure, si no en la web, al menos en la memora de quienes, con tantas otras cosas mejores y más productivas, tienen la amable atención de leer.

Gracias