Después de varios días de ausencia, estamos de regreso.
Me da gusto decir que el concierto de André Rieu y su maravilloso orquesta fue lo que esperábamos y más.
Todo se llevó a cabo con orden. Los asistentes, engalanados y emocionados, nos portamos a la altura de la ocasión, y sin más, a las 8:02 pm salieron por los pasillos laterales los afamados músicos al ritmo de una marcha. Entre aplausos y gritos, tomaron sus lugares violinistas, chelista, pianista, percusión, el harpa, coro y, por supuesto, André.
Nos dirigió unas palabras en inglés y en español y las notas musicales sonaron por todo el Auditorio Nacional, en una gran fiesta de música, cuyo único propósito, bien lo dijo André era "disfrutar de la música" (en español).
Nos ofrecieron la mejor versión que he escuchado en mi vida de "torna a surriento". Fue maravilloso escuchar en vivo "Hava Naguila". Incluyó un breve homenaje a Michael Jackson. Junto con las voces espectaculares de las tres sopranos y los tres tenores todo fue fiesta.
Y para terminar, no pudo faltar el "Cielito lindo", y todos lo cantamos al unísono.
Ya amenazaron con regresar el próximo año, así que vamos haciendo la alcancía, porque es garantía de éxito.
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